
No os pongo el paso a paso por que realmente no existe. Se trata más bien de jugar a los puzles y tener la suerte de que todo encaje, vamos tener un poco de fe en Dios ... o en lo que creáis.

Os cuento como la hice: una pantalla de cristal de una lámpara de cocina que tenía, otra que me encontré que encajaba en ella perfectamente (Casi no me lo creo cuando lo ví, está volteada sobre la anterior), una parte de un flexo que no lo utilizaba ya, un aro de latón de otra lámpara que se rompió, unas cadenas que compré y abajo para jugar un poco más pegué un tapón de un desodorante redondito y una bola de plástico, así de paso tapé lo que era el antiguo agujero de la pantalla por donde entraba la instalación eléctrica.
Pinté todas las partes descabaladas con acrílico metalizado en oro viejo y cobre para que parecieran de la misma historia y esta es la lámpara de nuestra salón.
(Observar el dibujo de la pared gentileza de mi hijo Victor con un cuervo, tiene sentido del humor el muchacho, debe se ser por aquello de cria cuervos ... y te sacarán los ojos.)

